viernes, 31 de julio de 2009

Rascacielos a principios del siglo XX








En el Philadelphia Museum of Art hay una exhibición de dibujos, fotografías y afiches de principios del siglo XX, el tema: rascacielos. Estos edificios, íconos de la modernidad, son considerados como un testamento de los logros de la humanidad. Transformaron el skyline de las principales ciudades de Estados Unidos solucionando el problema del rápido crecimiento de la población urbana proveyendo una gran cantidad de viviendas en un espacio reducido.
Para los artistas contemporáneos los rascacielos son un testimonio del desarrollo de las ciudades, un pretexto para experimentar con las estéticas modernas y sujetos de proyectos personales e ideas y emociones colectivas.

Esta muestra tiene más de 50 dibujos, afiches y fotografías de 1905 a 1940, entren
acá para ver el resto de las obras, ¡valen la pena!


Las columnas de Ledoux





Estas columnas pertenecen a la Salina real de Arc-et-Senans que está en el bosque de Chaux en Doubs en Francia y es la primera ciudad ideal de la era industrial. Es un proyecto de Claude-Nicolas Ledoux, un arquitecto neoclasicista francés y, desde 1982, la Salina es patrimonio de la Humanidad. Ledoux era partidario de la arquitectura con planta social que era un tipo de arquitectura pensada para todas las clases sociales y, por ello, concibe este proyecto como una ciudad social a la manera de las ciudades ideales del siglo XVI. Con ella, pretende simbolizar un nuevo tipo de relación entre el hombre y la naturaleza obtenida gracias al trabajo del hombre.
En el siglo XIX, Ledoux pasó del reconocimiento al desprestigio absoluto; de Quincy, por ejemplo, lo acusaba de haber sometido a la arquitectura a géneros de tortura. Pero en 1933 su figura va a ser reivindicada por Ernest Kaufmann que lo va a señalar como uno de los precursores de la arquitectura moderna; en los ’60 será considerado un utopista y, desde finales de los ’80, se convertirá en un referente para los postmodernos.
La Salina real de Arc-et-Senans era un proyecto que pretendía racionalizar los edificios industriales y los procesos según un orden filosófico. Se pensó como un hemiciclo para reflejar una organización jerárquica del trabajo con zonas destinadas a la producción, vivienda, reunión y demás funciones secundarias.
La Casa del Director del Chaux estaba basada en el empleo de formas simples. Ledoux utilizó formas clásicas paladianas con construcción rústica, algo que el neoclasicismo se encargó de recuperar. Las grandes dimensiones y las formas estáticas concretan una imagen sintética de la reconciliación del hombre y la naturaleza. La Casa posee un acceso pensado como un propileo griego con orden dórico donde la articulación horizontal del muro contrarresta la verticalidad de las columnas formadas por círculos y cuadrados alternados. Además, tiene un frontón en forma de peristilo, es decir, una galería de columnas que rodean a un recinto, algo que se puede apreciar en los patios y edificios públicos romanos. Todo esto impone una idea de orden porque para Ledoux la arquitectura de un edificio debía expresar y marcar la función que se le atribuye.
El historiador Christian Norberg-Schulz dice que las obras de Ledoux suponen un intento fascinante de utilizar caracteres arquetípicos para dar significado a nuevas construcciones y, en ese sentido, plantea uno de los problemas fundamentales de la arquitectura moderna y permite que sea considerado un arquitecto revolucionario.

Para ver todo el complejo entren acá , hay vistas panorámicas y videos de todos los edificios.

martes, 28 de julio de 2009

Bukowski, realmente sucio


Charles Bukowski: o lo amás o lo odiás; es así de simple. Este escritor y poeta estadounidense, referente del realismo sucio, hizo de Los Ángeles el escenario perfecto para su obra y en este video nos regala un tour por las calles de Hollywood. Imperdible.
Conocer sus poemas, es conocer su vida: viajó por Estados Unidos trabajando como obrero, alquilando habitaciones donde no hacía más que beber y escribir. Todas las experiencias que recolectó están presenten es su poesía y prosa. Escribió sobre la gente de la calle, hustlers y mujeres, bebida y apuestas. Bukowski es inconformista, honesto y por momentos irónico. Después de leer casi todos sus poemas creo que
Let it enfold you, Raw with love, Yes, yes, The ice cream people, Something for the touts, the nuns, the grocery clerks and you..., My father y Confession son los que mejor representan su prosa.
Bukowski es considerado uno de los pilares del realismo sucio que fue un movimiento literario minimalista con tendencia a la sobriedad, precisión y parquedad en el uso de las palabras. Los objetos, los personajes y las situaciones son descriptos de manera concisa y superficial; no hay adverbios ni subjetivaciones. Podemos decir que está en las antípodas de Joyce y Proust.
Entre los exponentes del realismo sucio tenemos a J.D. Salinger, autor de El guardián entre el centeno -una novela genial sobre un adolescente inadaptado y rebelde- y Nueve cuentos –para mi, su mejor obra. Pero no hubo realismo sucio sin O. Henry, otro escritor norteamericano, quizás uno de los mejores cuentistas. Todo lo que escribió es excelente y se caracteriza por el final imprevisto. Influyó a algunos de mis escritores favoritos: J. L. Borges, Truman Capote, Tom Wolfe y creo que su mejor obra es De reyes y repollos.
Volviendo a Bukowski les cuento que su lápida dice solamente “Don’t try”. Esta inscripción -que es un magnífico cierre para toda su obra- la eligió para dar un mensaje a todos los jóvenes escritores que intentan, en vano, imitar su prosa.

some badass gardening


Un remake de los jardines del Palacio de Versalles, acá

Baldessari también canta

John Baldessari es un artista conceptual que ironiza sobre la teoría del arte conceptual contemporánea para reducirlo al absurdo. Trabajó con textos usando tipografías comerciales para que el espectador captara el mensaje y no se distrajera con la mano del artista. Sus textos son copiados sobre lienzos, fotografías y mapas. También trabajó con objetos: en una de sus series colocaba un vaso, un bloque de madera, una imagen de él fumando un cigarrillo junto con este texto “A glass is a glass, wood is wood but a cigar is a good smoke” en referencia a la frase de Freud “sometimes a cigar is just a cigar” y a la de Kipling “a woman is only a woman, but a good cigar is a smoke”. Si quieren ver su obra, go there.
Sol LeWitt fue un artista americano dedicado al arte conceptual y al minimalismo. Conoció la fama en los ’60 con sus dibujos y “estructuras” en forma de torres, pirámides, formas geométricas y progresiones. Estas instalaciones generalmente eran de dimensiones monumentales diseñadas para escapar a espacios cerrados como galerías y museos. Acá pueden ver algunas obras.
En este video Baldessari canta algunas de las frases de Sol LeWitt sobre el arte conceptual siguiendo con sus intentos de reducción al absurdo, ironía mediante. Es parte de un tributo de Baldessari a los grandes artistas conceptuales pero, personalmente creo que lo está destruyendo. Así como no escribía sus frases para no distraer a los espectadores con la mano del artista, debió dejar que otro musicalizara a LeWitt.

lunes, 27 de julio de 2009

David Bruliuk crea el futurismo japonés

Este video de Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=S_48m_Kk_YY&feature=channel ) es un fragmento de un documental excelente sobre el futurismo japonés. Si bien el dvd es difícil de encontrar, el resumen vale para conocer un poco más del arte y arquitectura japonesa. Pero ¿qué fue el futurismo? ¿Quién fue David Burliuk, y por qué él influenció al arte japonés?
El futurismo fue una de las primeras vanguardias del siglo XX que rechazaba todo lo viejo, femenino y seguro apostando por la velocidad, la tecnología, la juventud y la violencia. Exaltaban la importancia de la ciudad industrial, el avión y el auto porque representaban el triunfo tecnológico del hombre por sobre la naturaleza. Este movimiento nace en 1909 en Italia con el manifiesto de Filippo Marinetti donde expresaba el desprecio por las ideas viejas, tanto en lo político como en lo artístico.
A David Burliuk se lo conoce como el padre del futurismo ruso y japonés. En sus comienzos fue miembro del Blue Rider Group que incluía a Kandisnky. Junto con otros artistas ucranianos y rusos emprende una gira realizando performances futuristas. Vestían chalecos de colores estridentes, dibujos de animales en sus caras y usaban zanahorias en sus solapas. En estas performances tomaban té bajo pianos suspendidos en el aire, dibujaban a su audiencia escandalizando a algunos pero convirtiendo a otros. En 1920 una de estas giras lo llevará a Japón donde organizará exposiciones promoviendo el futurismo. Allí se conecta con el grupo Sanka, pilar de la subcultura japonesa de la época. Luego aparecerá el Grupo MAVO que también realizará performances. Ambos grupos muestran sus pinturas y ensamblados en grandes almacenes para conectar al arte con la vida diaria. Burliuk va a organizar la primera exhibición de arte ruso en Japón presentando obra de Malevich y Tatlin, ambos constructivistas.
¿Por qué influyó tanto en la cultura japonesa? En parte su éxito en Japón se debió a que los japoneses siempre se interesaron por lo más novedoso y a la traducción del manifiesto de Marientti que había hecho la novelista Orgai Mori. La literatura japonesa se vio influenciada a tal punto que los escritores Yokomitsu y Kawabata formaron la Escuela de la Nueva Percepción. Los textos futuristas eran experimentales, complejos y elípticos. Eran trabajos estéticamente radicales, técnicamente innovadores que tendían a la ironía. Ortega y Gasset –a quien no le gustaba nada el futurismo- decía que “deshumanizaban el arte”. Exponentes de pintura japonesa futurista: Fumon, Yanase, Kasaki y Toda. Este nuevo grupo tenía, incluso un manifiesto: “¡Vengan, jóvenes y vigorosos pintores! ¡Vengan a crear una nueva era! ¡Amigos, despierten!”

Kandinsky en Buenos Aires


Es uno de los artistas más influyentes del siglo XX, quiso que sus obras generen las mismas sensaciones y vibraciones que experimenta el espectador al escuchar música, creó el expresionismo abstracto y ¡podemos disfrutarlo en Buenos Aires!
En el Museo Nacional de Bellas Artes se exhibe Kreis (Mit bruan) o Círculo con castaño creada en 1929, período en el que la Bauhaus recibe el gran aporte de Kandinsky: completar la teoría del color con elementos de psicología. Además, es una de las últimas obras que realizó en la Bauhaus porque el régimen Nazi -que calificó su obra como “arte degenerado” junto con la de Paul Klee, Franz Marc y otros artistas- cerró la escuela en 1932.
En Kreis podemos identificar las principales características de la obra de Kandinsky: elementos geométricos, no representación y utilización del color. Pero ¿significa algo? El triángulo, por ejemplo, simboliza la relación del artista con la sociedad y está en constante movimiento: va avanzando y penetra en el futuro. Entonces, algo que para la gente que vive en la base del triángulo es estándar hoy, era avant garde o inconcebible ayer de modo que el artista –que vive en la punta-es el encargado de marcar el camino. El círculo, por otra parte, es la figura más pacífica porque representa al alma humana.
Las formas y los colores, su relación y posición sobre el lienzo nos dan una idea de armonía. Kandinsky creía que el color era algo autónomo en la pintura y que debía ser utilizado independientemente de la descripción visual del objeto porque el efecto que produce el color es tan profundo que puede causar emociones y vibraciones en el alma creando un efecto espiritual.
Todo esto está en sus libros: Punto y Línea sobre el Plano y De lo Espiritual en el Arte. Son sorprendentemente claros y sirven para analizar el arte abstracto desde su publicación hasta hoy.
Pero para entender mejor la relación de las composiciones de Kandinsky con la representación de los objetos, una anécdota: cuando estaba trabajando en su Composición IV, exhausto, decide dar un paseo. Mientras estaba fuera, Gabriele Münter ordena su estudio y, sin darse cuenta, gira el lienzo en el que Kandinsky estaba trabajando. Cuando vuelve y lo ve, no lo reconoce, se arrodilla y empieza a llorar porque era la pintura más hermosa que había visto. Kandinsky, finalmente, se había liberado del objeto.

jueves, 23 de julio de 2009

faire ses devoirs

Hace poco leí ¿Qué es el arte? de León Tólstoi, un libro que publicó en 1897. En él, Tólstoi advierte que el arte está muy presente en la vida de las personas porque no hay ciudad en el mundo en la que no esté abierta una, dos o tres exposiciones, ni diarios en los que no aparezca algún artículo relacionado con ellas. Pero así como nadie niega que el arte es algo importante, “…no es una cosa clara y precisamente definida, sino algo que los mismos fieles, los iniciados, entienden de diversos modos, tan contradictorios entre sí, que resulta poco menos que imposible saber lo que debe entenderse por arte, y particularmente, cuál es el arte útil, bueno y precioso, el arte que merece ser honrado…”.


Cuando uno pregunta ¿qué es el arte? posiblemente nos respondan que arte es la arquitectura, la escultura, la pintura, la música y la poesía. Quizás también nos digan que el arte es belleza (aunque el concepto de belleza sigue sin poder definirse, porque si bien en muchos momentos de la historia imperó una definición “oficial” de belleza, esto dejó de ocurrir desde que Baumgarten fundó la estética en 1750.)


Pero Tólstoi nos dice que nos equivocamos. Que para dar con la definición correcta de arte no debemos pensar en algo bello y placentero sino que tenemos que considerarlo como una de las condiciones de la vida humana y, de este modo, advertir que es uno de los medios de comunicación entre los hombres. Esto es porque “…toda obra de arte pone en relación al hombre a quien se dirige con el que la produjo, y con todos los hombres que simultánea, anterior o posteriormente, reciben impresión de ella […] un hombre cualquiera es capaz de experimentar todos los sentimientos humanos, aunque no sea capaz de expresarlos todos. Pero basta que otro hombre los exprese ante él, para que enseguida los experimente él mismo, aun cuando no los haya experimentado jamás…”.


Creo que acá hay un punto interesante: el arte es lo que nos civiliza, nos aleja de los salvajes porque presupone nuestra capacidad de conmovernos con los sentimientos ajenos. Si esto ocurre, el arte tiene la capacidad de unirnos convirtiéndose en una de las cosas más importantes, incluso tan importante como el mismo leguaje.


Para Tólstoi el arte tiene una tarea inmensa: “…debe hacer que esa unión pacifique a los hombres, cosa que no se obtiene hoy por los tribunales, la policía, etc., […] el arte debe destruir en el mundo el reinado de la violencia y de las vejaciones. Esta es una tarea que sólo él puede cumplir. Sólo él puede hacer que los sentimientos de amor y fraternidad […] se conviertan en sentimientos constantes, universales, instintivos en todos los hombres […] el destino del arte en nuestro tiempo es transportar, del dominio de la razón al del sentimiento, esta verdad: que la dicha de los hombres consiste en su unión.”


Creo que todos tenemos que ayudar a realizar esta tarea inmensa así sea produciendo, exponiendo, comerciando, criticando o simplemente apreciando el arte. Mi contribución empieza ahora.


Retrato de León Tólstoi de Ivan Kramskoy.